Cada vez que se habla de una auditoria, puede que los nervios y todo en general llegue a preocupar seriamente a cualquier empresario. Lo cierto es que en la mayoría de los casos, se tratan de herramientas con las que se busca de una u otra forma, encontrar un análisis interno de la empresa con el fin de alcanzar al máximo el equilibrio y evitar errores que podrían llegar a tener grandes consecuencias.
Cuando hablamos de una auditoria financiera lo que se hace es verificar absolutamente todo lo que en primera instancia la auditoria fiscal llega a evaluar, por lo que en muchos casos se hacen al mismo tiempo. Sin embargo existen unas diferencias notables entre ellas.
En una auditoria fiscal, ésta se puede dar de forma independiente contratando a un personal cualificado para ella, mientras que para la auditoría financiera, lo que sucede es que se trata de algo que es impulsado por la propia empresa de forma interna.
Durante la auditoria fiscal, se examinan absolutamente todos los convenios y obligaciones fiscales que tiene la cuenta, dejando de lado las cuentas algo de lo que se encarga la auditoria financiera. Digamos que se mira la empresa de forma más global, teniendo en cuenta su situación financiera general. Para la auditoria financiera un objeto muy importante son los libros contables.
Para que una auditoria fiscal se lleve a cabo, hace falta que sea realizada por un funcionario del estado o en su defecto un profesional que sea contratado por esta entidad mientras que en la auditoria financiera, es un auditor privado contratado por la empresa la que se hará cargo del proceso.
En lo que se refiere a los tiempos, la auditoria financiera, se suele llevar a cabo durante el final del año, mientras que la auditoria fiscal se realiza durante cualquier momento del ejercicio contable.
En la auditoria fiscal, se obtendrá un informe en donde se refleje toda la situación de la empresa teniendo recomendaciones para mejorar la misma, mientras que en la auditoria financiera, este informe puede llegar a contener ese tipo de recomendaciones o simplemente reflejar la situación contable actual.
Pero si tenemos que hablar de la gran diferencia entre ellas, es que la auditoria fiscal, al ser una inspección como tal, se le brinda menor acceso a la información mientras que en la auditoria financiera, como se trata de un procedimiento interno, es una colaboración con lo que tendrá acceso a toda la información que desee de la empresa.