Cerca del 25% de la recaudación del sistema tributario español se termina escapando debido a la gran cantidad de desgravaciones, exenciones y deducciones fiscales que hacen que durante este año 2016 lleguen a más de los 51 millones de euros.
Más precisamente este número proviene del hecho que la Administración Central deja de ofrecer unos 34.500 millones en lo que se refiere a beneficios fiscales, mientras que las comunidades lo harán en otros 17.000 millones.
Todo esto hace que junto con los fraudes que se viven se tenga unos ingresos tributarios menores a los que tienen el resto de los países de Europa.
Uno de los sistemas más conocidos de deducción era por el hecho de comprar una vivienda. Quienes lo hayan hecho antes del año 2012, la Administración les devolvía hasta 1.500 euros en su declaración de la renta anual. Esto lleva a un coste total de unos 5.000 millones de euros en arcas públicas generales.
Hoy en día ese sistema se ha reducido pero en su defecto llegaron otros diferentes por más de 51.000 millones.
Otra de las consecuencias de este sistema es el IVA. La existencia de distintos tipos de IVAs reducidos o super reducidos hace que se llegue a tener beneficios fiscales por casi 19.240 millones de euros. Todo esto sin contar la gran cantidad de fraude que existe en España y que hace que se ingrese menor cantidad de dinero del que se debería. Algo similar sucede con el IRPF o con las sociedades generales.
Existen hoy en día incentivos fiscales para el ahorro como lo son por ejemplo los que están destinados a los fondos de pensiones o para realizar algunas inversiones determinadas. Todo esto, no deja de beneficiar a aquellos que tienen las rentas más altas y a las empresas con mayores ingresos.
La realidad es que durante el 2016, no se van a ingresar 34.500 millones por parte del Estado general y 17.000 millones por parte de las Comunidades lo que hace que el Sistema Tributario Español tenga un diseño bastante deficiente y que año tras año se pierda un mayor porcentaje que el año anterior.