Los promotores prevén la destrucción de 750.000 empleos en la construcción
Uno de los mejores indicadores de que el sector de la construcción residencial atraviesa una resaca de graves consecuencias es la progresiva mutación del léxico de los representantes de los promotores. Donde antes se producía un «aterrizaje suave» ahora acontece un «aterrizaje brusco»; si hace unos meses veían un sector en «desaceleración», en 2008 observan síntomas de «crisis»; y la «ralentización» que en ningún caso conllevaría caídas de precios se ha convertido en «un nuevo ciclo» o «un cambio de tendencia».