Desde hace un año es algo más difícil acceder a la jubilación parcial. Sin embargo, los nuevos límites a este tipo de retiro no consiguen frenarlo. Según los últimos datos, sólo hasta julio las jubilaciones parciales crecieron un 41%. El resto de medidas para prolongar la vida laboral tampoco dan el resultado deseado por el Gobierno.
Dicen que las comparaciones son odiosas. En el caso del paro en España, sin duda, esa afirmación es cierta. No es la única economía avanzada donde el desempleo sube con fuerza, pero sí es donde lo hace con más saña. Al acabar diciembre de 2007 la tasa de parados era del 8,7%. Este octubre, del 12,8%, según la estimación de Eurostat, que elimina las distorsiones por días festivos y otros efectos estacionales. 4,1 puntos de diferencia que elevan a España al podio del desempleo en la zona euro, la Unión Europea y la OCDE (la organización de los países desarrollados), tanto en tasa de paro como en la intensidad del ajuste del mercado laboral.
El Gobierno está decido a impulsar nuevas medidas que mitiguen la debacle económica, en un momento en el que la actividad se sitúa al borde de la recesión. En la mesa de negociación en la que participa junto con sindicatos y empresarios, el Ejecutivo aportó el jueves un paquete de propuestas que van desde el estímulo a los empresarios para que contraten a parados de larga duración, o a trabajadores en general en sectores hacia los que se quiere dirigir la economía, hasta la ayuda directa a desempleados que no puedan hacer frente a los pagos de sus préstamos hipotecarios.
La pensión mínima de jubilación para las personas de 65 o más años con cónyuge a su cargo será de 9.709,28 euros anuales, mientras que para los beneficiarios menores de esa edad y viudas con cargas familiares será 9.087,82 euros. Si la persona jubilada tiene 65 o más años y carece de cónyuge recibirá un mínimo de 7.831,74 euros.