La progresiva recuperación de precios y salarios conlleva que las variables nominales vayan a crecer más que en 2015. De este modo, es muy probable que el crecimiento de las bases imponibles de los impuestos será en 2016 alrededor de un punto porcentual superior al de este año según puede extraerse del proyecto de ley presentado ayer en el Parlamento.
El pasado 30 de junio terminó el plazo para que los contribuyentes presentasen y enviasen sus cuentas de 2014 a Hacienda y realizar, de esta manera la declaración y cumplir con las obligaciones fiscales.Hasta la fecha, la Agencia Tributaria había registrado ya 17,1 millones de declaraciones, casi 1,2 millones más que en la misma fecha del año pasado.
El recientemente creado Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT), creado para mejorar la gestión de tributos propios y cedidos y la lucha contra el fraude fiscal, empezará a funcionar en el segundo trimestre o a mucho tardar, el tercer trimestre del año –de julio a septiembre–, según informó la Generalitat valenciana.
En el IVAT, creado en marzo del año pasado, trabajará un equipo de 370 personas que, hasta la fecha, dependían de la Administración de la Generalitat, por lo que no va a suponer mayor gasto presupuestario.
Además, para reducir costes, compartirá servicios comunes (asistencia jurídica, control económico-financiero o convocatorias de personal) con el resto de la Administración autonómica. Estará presidido institucionalmente por el conseller de Hacienda, si bien la dirección técnica la llevará un director general y un subdirector (ambos funcionarios inspectores de tributos). El nuevo instituto –con delegaciones en Alicante, Castellón y Valencia–, agilizará la gestión de tributos propios y cedidos, ejercerá la potestad sancionadora tributaria y revisora vía administrativa.
Ya se ha iniciado el plazo para presentar la declaración del impuesto por excelencia de este país, el IRPF y, en su caso, del Impuesto sobre el Patrimonio (IP). Época de alegrías y tristezas. La normativa fiscal ofrece múltiples y sencillas fórmulas para reducir la factura fiscal, no sólo en el ámbito del IRPF, sino también en el IP y en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD). Pero si queremos aprovechar estas ventajas legales, debemos hacer los deberes antes de finalizar el año, no ahora.
En el IRPF comprobaremos la existencia de rendimientos negativos y pérdidas patrimoniales de ejercicios anteriores, –y más aquellos contribuyentes que han sufrido los efectos de las preferentes–, que podrán compensar con rentas positivas y ganancias patrimoniales que se generen en 2014 y así no tributar por ellas.
Hay que ver también las aportaciones a planes de pensiones que no fueron absorbidas en su totalidad y que ahora podemos aprovechar.
También se han de analizar, del mismo modo, los diferentes tipos de rentas: en función de las mismas, estaremos en condiciones de compensar unas con otras y anticipar el ahorro.
Si tenemos una pérdida patrimonial derivada de la venta de unas acciones, quizá es el momento de transmitir ese fondo de inversión con beneficios latentes para compensar la pérdida y no tributar, sin perjuicio de volver a invertir en dicho fondo. Es lo que se conoce como integración y compensación de rentas en el IRPF.
¿Y el Impuesto sobre el Patrimonio? Es actualmente un muerto muy vivo. Aunque el Informe Lagares propugnaba su derogación, a fecha de hoy, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina y el pupurri político que se vaticina, ¿quién apuesta por su derogación? Y más, teniendo presente la caja de las Autonomías.
El IP es un impuesto silencioso. Se devenga el 31 de diciembre sin darnos cuenta y en el momento de declarar y pagar, el susto puede ser de campeonato. Y así, hasta el 31 de diciembre siguiente.
¿Hay fórmulas de ahorro? Sí. No es lo mismo disponer 12.500 euros en cuenta corriente, que tenerlos aportados a un Plan de Pensiones. En el primer caso, hay que sumar; y en el segundo, no.