Cuando se es trabajador autónomo, una de las mayores complicaciones que existen es el hecho de saber cómo realizar la declaración de la renta ya que hay muchos puntos a tener en cuenta. Es por ese motivo que es importante saber cuáles son los gastos deducibles y cuáles no.
Con el fin de poder deducir gastos en el IRPF, éstos deben de estar vinculados con la actividad económica que realiza y en ningún caso con gastos personales.
Veamos entonces cuáles son los gastos deducibles para autónomos en la Renta 2016.
-Consumos: En este apartado se encuentran los materiales de oficina, los envases, el combustible, entre otros.
-Sueldos o salarios: Si le paga a trabajadores en concepto de sueldo o salarios puede desgravarlo, así como también las dietas o cualquier otro tipo de retribución en especie.
-Seguridad Social: Todas las cotizaciones derivadas de la contratación de empleados y la cuota como trabajador propia.
-Otros gastos: Gastos que tengan que ver con formación de trabajadores, planes de pensiones, seguros médicos.
-Otro tipo de gastos: Compra de libros, suscripciones de revistas, gastos en eventos, suscripciones en asociaciones, empresarios, etc
-Gastos de transporte: Se desgrava el 100% de los mismos y en caso de que el coche se utilice a diario se puede llegar a deducir hasta el 50% del IVA.
-Transporte público y gastos de viaje: tanto para el autónomo como para los empleados que viajan a otras ciudades o países.
Como puedes ver, son muchos los gastos deducibles para autónomos en la Renta 2016, lo que hace falta es observar muy bien qué nos compensa más en todo ello, es por ese motivo que en estos casos es fundamental la ayuda de un asesor experto para realizar la declaración de la renta de autónomos.
Las auditorias oficiales en las empresas son inevitables, llevando en muchos casos algunos de ellas a sufrir de sanciones por no tener todo en regla y adecuadamente bien tanto en la parte legal como en la propia empresa. Es por ese motivo entonces que cada día nace con más fuerza el posicionamiento del auditor interno, un personaje que se está tomando en consideración en organizaciones con muchos empleados, sobre todo las que trabajan en ámbitos internacionales.
Su papel dentro de ella, se ve como un asesor de confianza que es capaz de identificar cuáles son las cualidades que necesita mejorar la empresa, resaltar aquellos riegos y marcar los límites. Esto muestra entonces que la laboral del auditor interno, va mucho más allá de la propia auditoria sino que se trata además de un asesoramiento personalizado con el fin de mejorar en todos los aspectos de la misma.
Así, poco a poco esta figura se encuentra con dos retos muy importantes. Por un lado, el hecho de poder preservar su independencia y hacer su trabajo eficientemente para que la empresa u organización esté preparada cuando llegue una auditoria oficial. Y por otro lado, el dar un valor añadido a todo ello, permitiendo así que el auditor se convierta en una figura necesaria donde aconseje y ayude a mejorar el diseño de control de la empresa.
Sin lugar a dudas, el auditor interno poco a poco se va incorporando como una figura que si bien ahora mismo es importante en las grandes empresas, de seguro también lo será en el futuro en empresas medianas y hasta empresas familiares que quieren tener el asesoramiento de quienes saben para hacer las cosas adecuadamente.
Los jóvenes de 16 a 34 años son la generación más preparada de la historia de nuestro país. Sin embargo, también son la que más sufre ya que tan sólo 1 de cada 4 jóvenes ha tenido una experiencia laboral dentro del sector que ha elegido como su profesión.
Así es como los jóvenes que intentan ingresar al mercado laboral español, se encuentran con muchas trabas y con inconvenientes en sus salarios, siendo estos muy bajos además de las pocas ofertas laborales. Así es como van postergando el hecho de encontrar un trabajo que tenga que ver con su profesión y encontrando otras tareas y trabajos por el camino.
Una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística analizó la situación de casi 10 millones de españoles entre 16 a 34 años llegando a la conclusión de que 7 de cada 10 jóvenes decidieron no compaginar sus estudios con el trabajo durante el año 2016.
De todo el número anterior, tan sólo el 25% llego a combinar el estudio con el trabajo y cerca de un 33% de los jóvenes no recibieron remuneración por su trabajo, un trabajo de prácticas como se suele llamar comúnmente.
El 88% de os jóvenes que comenzaron a trabajar hace menos de un año indicaron que no tuvieron ningún tipo de apoyo institucional. Tan sólo el 2% recibió ofertas de parte del INEM. Por ese motivo no nos extraña el hecho de que el 41% de quienes trabajan, hayan encontrado trabajo a través de sus amigos o familiares.
Estas cifras no hacen más que mostrar que realmente el mercado laboral para los jóvenes españoles está muy complicado y por eso es que muchos, después de formarse, deciden irse al extranjero, buscando así nuevas experiencias y posibilidades de trabajo.
Cuando una empresa realiza una donación, hay que tener en cuenta que éstas no son un gasto deducible pero a partir de la donación se pueden llegar a tener distintos beneficios fiscales en el Impuesto sobre Sociedades así como también en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es decir en el IRPF, siempre y cuando la entidad a la que realizamos la donación se encuentre enumerada en el artículo 16 de la Ley 49/2002 del 23 de diciembre.
Cuáles son las entidades que permiten incentivos o beneficios a empresas:
-Entidades que sean sin fines de lucro y que apliquen un régimen fiscal que se encuentre en la ley nombrada anteriormente.
-Estado, Comunidades Autónomas y Entidades Locales
-Universidades Públicas y Colegios Mayores adscriptos
-Instituto Cervantes, Institut Ramón Llull y otras Instituciones de las Comunidades Autónomas con lengua oficial propia.
-Organismos Públicos de Investigación
Para que las donaciones sean válidas, las mismas deben de ser irrevocables, puras y simples ya sean a través de dinero, bienes, derechos o cuotas de afiliación.
Si se quiere deducir el Impuesto de Sociedades, el mismo puede tener una deducción del 25% de la donación pudiendo llegar a elevarse a una deducción del 40% si en los dos años anteriores se han hecho donaciones a la misma entidad.
En el caso de querer tributar por IRPF, entonces se puede deducir hasta el 75% de los primeros 150 euros y del resto un 30% o 35% si en los años anteriores se ha hecho donación a la misma entidad.
Cuando la donación se trata de dinero, la deducción es de acuerdo a los tramos comentados anteriormente, pero la cosa se puede llegar a complicar cuando se refiera a bienes o derechos en donde hay que tener en cuenta el IVA.
Lo importante es tener muy en claro cuál es el mayor beneficio que se puede obtener de este tipo de donaciones y que ayude tanto a la entidad como a la propia empresa.