Debido a la crisis, son muchas las personas que se lanzaron en su momento a emprender desde todo punto de vista desde el hecho de iniciar una pequeña empresa hasta el hecho de unirse a una empresa ya formada. Eso hizo que tuviera que recortar gastos desde distintos puntos, siendo uno de ellos por ejemplo la contabilidad de la empresa. Aunque parezca extraño, existen empresas que no cuentan con un profesional de contabilidad y que se basan en la propia tecnología que ofrecen algunas herramientas en internet.
Sin embargo, el hecho de contar con un contador desde el inicio de la empresa aporta grandes beneficios como por ejemplo el hecho de encontrar cuál será la mejor ruta de crecimiento ene se aspecto.
Muchas veces, quienes emprenden consideran que el contador es una figura que se la pueden ahorrar y que pueden contratarla más adelante, cuando la empresa realmente avance. Lo que sucede es que lo que parece un ahorro en un inicio termina siendo más costoso a largo plazo ya que hay una falta de previsión total lo que hace que en muchas ocasiones, cuando no se tiene todo bien organizado haya que pagar multas, intereses o algunas omisiones realizadas.
Lo más recomendable es que antes de dar un primer paso se pueda contar con un profesional de contabilidad en la empresa, que nos asesore y nos haga una previsión de cómo será el avance de la empresa a lo largo del tiempo según cómo se tienen planificadas las cosas.
Colocar todos los datos en herramientas administrativas ayudará a poder interpretar la realidad desde distintos puntos de vista y a tener un análisis de la reglamentación general sobre los datos obtenidos junto con un profesional con el fin de prevenir lo que sucederá a futuro con tu nueva empresa.
Cuando existe el final de una relación laboral, son muchas las cosas que hay que tener en cuenta, como por ejemplo el finiquito e indemnización por despido. En muchos casos, no se tiene en claro cuál es el concepto y se mezclan por lo que es importante distinguir ambos para que no haya inconvenientes y podamos recibir el dinero que nos corresponde en el momento en que somos despedidos o por el contrario, si somos empresarios, saber cuál es el dinero a pagar en cada caso.
Referirse al finiquito es hablar sobre la liquidación de los conceptos salariales que la empresa le debe al trabajador. En ese aspecto, el finiquito tiene que incluir todas aquellas cantidades que están pendientes de pago. Entre ellas se destacan:
-Salario: Días que ha trabajado y que no ha cobrado y están pendientes de pago. Por ejemplo, si se ha despedido a la persona el día 10 o el día 15 del mes entonces se le tendrán que pagar esos días pendientes.
-Vacaciones no disfrutadas: Cuando el trabajador tiene pendiente días de vacaciones que no ha podido disfrutar, la empresa se los tiene que pagar y además de ello los debe cotizar en la Seguridad Social. Hay que tener en cuenta en este aspecto que esos días van a influir sobre cuándo hay que ir a cobrar el paro.
-Pagas extraordinarias: Si en nuestro trabajo tenemos derecho a pagas extraordinarias, entonces se deberá cobrar las mismas de acuerdo a la cantidad de días o al tiempo en el que se hayan generado.
-Horas extras: Como el salario, se tienen que incluir aquellas que no se hayan pagado a la fecha.
Es importante además, tener en cuenta que este tipo de cantidades aparecerán en bruto y con las retenciones que le corresponden a cada apartado.
Cuando tenemos una empresa, hay momentos que se convierten en momentos trascendentales en donde hace falta poner un poco de orden y organizar así todo lo que hay en ella, además de tomar decisiones para poder avanzar en algunos aspectos y generar esos objetivos marcados. Así es como la asesoría de tu empresa se convierte en algo fundamental en todos los aspectos si lo que quieres es que tenga todo lo necesario para perdurar en el tiempo.
Una asesoría de empresas te ayuda mucho a gestionar tu negocio al máximo, haciendo así que puedas conocer tu público y saber perfectamente qué pasos hay que seguir para conseguir tus objetivos. Pero no todas las asesorías son iguales, sino que hay que tener en cuenta el hecho de que existen asesorías que son específicas de acuerdo al tipo de empresa que tienes.
En una asesoría de una empresa no pueden faltar algunos elementos como por ejemplo el hecho de un análisis previo del mercado, de la competencia y de saber exactamente en qué parte del mapa empresarial se encuentran. Ese análisis y mercado es fundamental con el fin de conocer todo y saber cómo actuar para diferenciarse. En la asesoría también se tiene que contar con un análisis especial de públicos que se den tanto de forma interna como externa. Es fundamental saber cuál es nuestro cliente pero no tener en cuenta sólo el público externo porque también existe lo que es el público interno que se refiere principalmente a los empleados, a su organización, etc
Por otro lado, se torna importante el saber cuáles son los distintos modelos de negocio que existen y cómo se puede trazar un plan adecuado para darle la visibilidad a la empresa que se merece. Para ello, hace falta generar un plan estratégico donde todo esté en orden.
Así es entonces como la asesoría de una empresa debe realizarse y tener esos elementos principales para tener éxito.
Realizar un contrato de alta dirección no es una cosa sencilla sino que debe de tener unos requisitos que hacen que se diferencie en gran medida de los contratos tradicionales.
Pero para ello, hay que comprender muy bien qué es un cargo de alta dirección. Se considera un cargo de alta dirección a aquellos que ejercitan algún tipo de poder o cuentan con titularidad jurídica de la empresa teniendo la posibilidad de tomar decisiones relativas a la propia empresa o en alguno de sus órganos.
Hay muchos casos en que es un poco difícil el hecho de diferenciar lo que un cargo de alta dirección y un trabajador por cuenta ajena con poderes puede realizar, es decir, a veces es muy sutil la diferencia. Sin embargo la diferencia radica en el hecho de que un cargo de alta dirección tiene ciertos poderes que el trabajador no.
Dentro del contrato de alta dirección hace falta colocar algunos datos como mínimo como por ejemplo:
-Identificación de las partes
-Objeto del contrato
-Retribución convenida
-Duración del contrato
-Cláusulas que solicita el Real Decreto 1382/1985
En muchos casos se establece también un período de prueba que en ningún caso podrá ser mayor a los 9 meses.
Otros puntos a tener en cuenta son por ejemplo el hecho de la formación que pueda recibir el cargo de alta dirección por parte de la empresa, teniendo posteriormente que brindar dichos conocimientos a la empresa por X cantidad de tiempo. Se puede establecer que en caso de que el alto cargo quiera abandonar la empresa antes, se deba realizar una indemnización.
Algo mucho más complejo es el despido o la finalización de dichos contratos.
En general, es bueno contar con la asesoría de expertos en contratos de alta dirección para que puedan aconsejarnos en ambos casos cómo se debe de redactar tanto para la contratación como para el despido de los mismos.