Realizar un contrato de alta dirección no es una cosa sencilla sino que debe de tener unos requisitos que hacen que se diferencie en gran medida de los contratos tradicionales.
Pero para ello, hay que comprender muy bien qué es un cargo de alta dirección. Se considera un cargo de alta dirección a aquellos que ejercitan algún tipo de poder o cuentan con titularidad jurídica de la empresa teniendo la posibilidad de tomar decisiones relativas a la propia empresa o en alguno de sus órganos.
Hay muchos casos en que es un poco difícil el hecho de diferenciar lo que un cargo de alta dirección y un trabajador por cuenta ajena con poderes puede realizar, es decir, a veces es muy sutil la diferencia. Sin embargo la diferencia radica en el hecho de que un cargo de alta dirección tiene ciertos poderes que el trabajador no.
Dentro del contrato de alta dirección hace falta colocar algunos datos como mínimo como por ejemplo:
- -Identificación de las partes
- -Objeto del contrato
- -Retribución convenida
- -Duración del contrato
- -Cláusulas que solicita el Real Decreto 1382/1985
En muchos casos se establece también un período de prueba que en ningún caso podrá ser mayor a los 9 meses.
Otros puntos a tener en cuenta son por ejemplo el hecho de la formación que pueda recibir el cargo de alta dirección por parte de la empresa, teniendo posteriormente que brindar dichos conocimientos a la empresa por X cantidad de tiempo. Se puede establecer que en caso de que el alto cargo quiera abandonar la empresa antes, se deba realizar una indemnización.
Algo mucho más complejo es el despido o la finalización de dichos contratos.
En general, es bueno contar con la asesoría de expertos en contratos de alta dirección para que puedan aconsejarnos en ambos casos cómo se debe de redactar tanto para la contratación como para el despido de los mismos.