Desde siempre en España, exista esa cuestión particular de trabajar en una empresa familiar. En la actualidad, las empresas familiares brindan cerca del 15% del trabajo en el país, siendo la gran mayoría empleos privados lo cual representa millones de puestos de trabajo.
Pero más allá de esto, el hecho de tener una empresa familiar tiene varias ventajas como es el caso por ejemplo de la disminución de la carga tributaria general que se tiene por los ingresos obtenidos. Esto hace que haya un impacto claro en lo que es el Impuesto sobre Patrimonio o el llamado Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Una empresa se considera que es una empresa familiar cuando hay una entidad mercantil detrás llamada SL o SA. La participación de la unidad familiar en ella debe de ser de al menos del 20%.
Además de todo ello, hace falta que la entidad en la que se trabaja no tenga como actividad empresarial el hecho de gestionar un patrimonio inmobiliario propio o en su defecto las acciones en la Bolsa ya que de esta forma no entraría dentro de la posibilidad de disminuir la carga tributaria.
Otro caso es que cuando hay un grupo de empresas, se debe gestionar aquellas que tienen una actividad empresarial de al menos un 5%.
Y por otro lado, para que se brinde esta baja en la tributación debe existir el hecho de que la participación sea del 20% y que se ejerzan funciones en la parte direccional y organizativa de la empresa por lo cual no se puede tener una remuneración superior al 50% del total de todos los rendimientos empresariales.
La reducción dependerá de cada Comunidad Autónoma llegando en algunos casos a tener una reducción de un 95% sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Como puedes ver con todo esto, existen grandes ventajas en el hecho de tener una empresa familiar. Lo mejor siempre es poder asesorarse con expertos sobre el tema que puedan guiarnos al respecto y que se consiga así tener muy en claro qué es lo que se busca y cómo puede beneficiarnos la empresa familiar en todos los ámbitos.