Una contienda entre los sindicatos y los empresarios se ha puesto en marcha en lo que se refiere a la reforma laboral. Por un lado, los sindicatos solicitan la derogación de las dos reformas laborales que se impusieron en los años de crisis pasado, mientras que los empresarios lo que quieren es reclamar una tercera reforma en donde exista mayor flexibilidad general en el mercado laboral haciendo que se limite la acción de los jueces al momento del pedido de los despidos colectivos así como también se reduzcan las indemnizaciones, se extienda la contratación temporal, entre otros cambios más.
Gracias al hecho de que la tecnología avanza, son muchas las empresas y los empresarios que ven a sus empleados como personas independientes de la actividad laboral que ofrecen un servicio que se contrata. De esta forma, se ahorra en infraestructura y se cuenta con un contrato en donde se determina un salario variable dependiendo de las propias necesidades de la empresa en dicho momento.
En base a ello, es que se solicita la reforma laboral, ya que no hay una flexibilidad en la misma. Es por ello que los empresarios solicitan tres tipos de modelos de contratos diferentes entre los que se destacan el contrato indefinido, el temporal y el de formación. En los dos primeros las indemnizaciones de alguna forma deben reducirse. Para los contratos fijos se solicita además la posibilidad de un período de prueba durante un año para que la empresa realmente evalúe si el trabajador es la persona adecuada o no para tener un puesto de trabajo fijo en su empresa. En lo que se refiere al contrato temporal, el mismo no puede tener una duración mayor a los dos años.
Junto con ello, se suma el hecho de la flexibilidad salarial, la cual se debe dar en función de la productividad lo que va a suponer sin lugar a dudas una baja importante en lo que es el salario medio.
Sin duda, son puntos muy controversiales los que piden los empresarios, que habrá que ver de qué forma se pueden adaptar y cómo se llega a un acuerdo entre el sindicato, las autoridades y el pedido de los empresarios españoles.