La mejora continua es esencial para impulsar tu vida como autónomo y emprendedor. Tanto es así que algunas de las marcas más eficientes (Honda, Toyota o Sony) lo aplican en su día a día. ¿Cómo mejorar la gestión de tu negocio siendo autónomo?
Toma nota de este decálogo.
Para que tu negocio crezca en la dirección correcta, debes marcar objetivos que cumplan los cinco “requisitos SMART”:
De poco sirven los objetivos sin una revisión minuciosa.
¿Se han cumplido los objetivos marcados? ¿Qué se puede mejorar? ¿Cómo alcanzar un nivel superior?
Si has cumplido los requisitos SMART a la hora de definir los objetivos, te resultará más fácil revisarlos y actualizarlos.
Nuevas obligaciones, deducciones, bonificaciones, ayudas…
Constantemente se producen novedades en el entorno de los autónomos. Y 2021 no será la excepción. Estar al día es obligado para lograr una óptima gestión del negocio.
Es importante revisar, al menos una vez al año, los seguros para autónomos y la base de cotización. Comprobar los seguros te permitirá saber cuánto estás pagando, con qué coberturas cuentas y qué posibles mejoras necesitas. Además, conviene que revises la base de cotización. Si tu negocio marcha viento en popa es posible que te interese aumentar dicha base.
El famoso perfil de “hombre orquesta” es cosa del pasado. No debes encargarte de todo. Delega aquello que otra persona pueda hacerlo igual o mejor que tú. Sé honesto y realista con tus habilidades. Invierte y delega. Esas tareas pueden ir desde la asesoría fiscal online hasta la gestión de las redes sociales o la redacción del blog. Delegar estos apartados te permitirá centrarte en otros aspectos de mayor valor para tu negocio.
Tarde o temprano tendrás que hacerlo. Te tocará negociar con un proveedor o mantenerte firme ante las exigencias económicas de un cliente. Ese tira y afloja es esencial para tus intereses: si cedes demasiado, pierdes; si te muestras inflexible, pierdes.
Negociar es un arte. Esencial para mejorar la gestión de tu negocio como autónomo.
Vivimos tiempos convulsos. En esta situación, es complicado mantener el foco apuntando en la dirección correcta.
Debes hacer el esfuerzo y concentrarte en lo importante. Mantén una actitud positiva, proactiva y relajada; alejada del pesimismo generalizado al que, inevitablemente, nos arrastra la situación provocada por el COVID-19.
Es complicado, pero necesario. Una “actitud de hierro” te mantendrá enfocado en la correcta gestión de tu negocio.
Tanto si vendes productos como si ofreces servicios debes aplicar una correcta estrategia de precios.
Este apartado tiene gran repercusión en la cuenta de resultados y en la percepción que tus clientes tienen de tu producto o servicio.
Ajusta los precios como mínimo una vez al año.
Llevar la contabilidad al día te permitirá comprobar si la estructura de costes de tu negocio es flexible y está adaptada a las necesidades del negocio.
Revisa todas las partidas. Pon el foco en esos gastos que de inicio parecían necesarios pero que en realidad son prescindibles.
Atájalos de raíz. Dedica esos recursos a apartados más rentables.
El elemento más potente de este decálogo es la marca.
Trabajar el branding es esencial para reforzar tu posición frente a la competencia. Una tendencia en claro crecimiento durante el presente 2021.
Una potente imagen de marca aporta confianza, incrementa la visibilidad, mejora la cifra de negocio y genera nuevas oportunidades.
Fuente: Infoautonomo
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